Saturday, September 13, 2008

Conclusión

13 de septiembre

Luego de una larga pausa, finalmente he vuelto a actualizar el blog – tres meses después de mi última actualización. Como ya sabrán, Andrés se ha recuperado completamente de su cirugía. Lo único que sirve de recordatorio de que algo haya pasado es la cicatriz que le recorre su esbelto abdomen y la mitad de pastilla que se toma cada día para prevenir la acumulación de ácido en el estómago. Se ha bajado 14 kilos en total y no se los ha vuelto a subir, lo que lo pone contento... como una recompensa por la molestia que pasó. Se ve y siente fantástico, y está comiendo y bebiendo la misma variedad de cosas que antes, sólo que con una ligera intolerancia para los fritos. ¿Qué se puede decir? Es un suertudo. No todos salen de esta cirugía con la misma suerte.

En el ámbito del proceso de in vitro, obviamente nos tomamos un largo descanso mientras él se recuperaba y mi nivel de estrés disminuía post-cirugía y la infección que lo hizo parar otra vez en el hospital en julio. Empecé a tomar una hormona llamada DHEA, en pastillas, que se toma tres veces al día por un mínimo de dos meses, lo que ayudó a aumentar mi reserva ovariana de folículos mes a mes. Seguí yendo a la clínica para ver cuántos folículos había producido el día 3 de cada ciclo. En un momento llegué a 8, pero como no había tomado las hormonas por el mínimo de meses, decidimos esperar al siguiente.

Ese ciclo llegó a fines de agosto. Sólo produje cinco folículos en un principio. Por motivos de sincronización me dieron la píldora anticonceptiva por cuatro días y luego, cuando volvieron a revisar, tenía uno más. Con esos seis folículos decidimos partir y empezaron las inyecciones.

Al comienzo del verano, los cuatro nos habíamos sentado a discutir plazos y decidimos que octubre sería nuestro plazo para que esto funcionara o cancelar el proceso. Nunca pensamos que nos quedaríamos pegados en esta etapa por tanto tiempo y no podíamos esperar que Sheona y Jon pusieran sus vidas en pausa indefinidamente mientras me aumentaban la dosis de hormonas mes a mes buscando tener mejor suerte. Y estaban por supuesto nuestros propios límites. Con tantos intentos fallidos, llega un momento en que hay que decir basta.

Al igual que con los anteriores, este ciclo no tuvo éxito. Pareciera que mientras más hormonas me inyecté para estimular mis ovarios, menos estimulados terminaban. Finalmente, el día 7 de este ciclo, el jueves recién pasado, lo cancelamos y pusimos fin al proceso. El momento de decir ‘basta’, casi dos años y medio después de haber pronunciado el concepto de maternidad gestacional como una opción, había llegado al fin. Puedo escuchar sus suspiros de alivio colectivos.

En los últimos 8 años y medio hemos vivido una gama realmente amplia de infertilidad, de pérdidas tempranas a pérdidas tardías, de aborto terapéutico a la imposibilidad de concebir, aunque fuera por in vitro. Tengo que decir que el proceso de in vitro ha sido el más agotador, el más desgarrador, el más estresante. No creo haber sacado nada positivo de él. Para toda la fortaleza y la razón que descubrí que tenía con cada una de mis pérdidas, no descubrí nada nuevo acerca de mí misma o de mi lucha por ser madre a través de este proceso. Lo único que me ha dejado es el saber que hicimos todo lo posible, y el agradable entumecimiento de la derrota, el que se siente justo antes de que afloren bruscamente los sentimientos que uno guarda en lo más profundo y las reflexiones que la mente obligadamente visita.

En muchas maneras, esta ha sido una experiencia muy pública, entre el blog y las conversaciones abiertas con amigos y hasta vecinos. Muchos de ustedes consideraban que deberíamos haber sido más privados con esto. Quizá tengan razón. Vivir el proceso así de abiertamente ciertamente aumento la presión, algo que ya teníamos de sobra. Pero por otra parte, el blog fue un lugar donde pude descargar mis emociones, y mantener a todos al tanto de las últimas, evitando así tener que contar el cuento una y otra vez. Creo que sirvió su propósito y no me arrepiento de haberlo hecho así.

En los meses venideros probablemente nos volvamos a poner de pie, nos sacudiremos el polvo de la última caída y veremos cuál será nuestro próximo paso. Lo obvio es considerar la adopción, pero esa es una aventura larga y nueva, con sus propias reglas, pros y contras. No es una para la que creo estar preparada en este instante. Habrá una multitud de sesiones de información y cursos que tomar antes de llegar a esa encrucijada.

Mientras, es siempre una buena idea descomprimirse y relajarse. Intentaremos tomar un par de viajes a alguna parte antes del fin de año y de gastar un poco de dinero en algo productivo por una vez. No hemos tomado vacaciones este año y creo que las merecemos más que nunca.

1 comment:

La Mamina said...

Querida Patty, querido Andrés!
Qué se puede decir? Después de leer el Blog tengo la necesidad intrínseca de decir que Dios es grande y su amor por ustedes infinito, aunque muchas veces no comprendamos sus caminos al 100%. Fantástica la recuperación de Andrés! Con los kilitos perdidos debe estar churrísimo. Je, je. La cicratiz seguro lo hace más "sexi". Ja, ja! Tu carta es una oda al proceso tan intenso por el que han pasado y seguirán pasando. También el cierre de un proceso es una etapa muy importante, más aún en el caso de un tema tan sencible. Me quito el sombrero por el que se tomen un año libre, antes de ver cuales son los siguientes pasos que quieren tomar. Y también por considerar que la adopción es un campo nuevo, con otros desafíos y otras reglas. Es así, es en parte mi campo de trabajo. Tu evaluación Patita es la única acertada. Tómense su tiempo, terminen de cerrar un capítulo, antes de abrir el próximo. En realidad se trata de "un nuevo libro". Gracias también por tu confianza y la reflexión que expones en tu Blog. Muchos de esos pensamientos los comparto y me siento aliviada pensando que ustedes han tomado ahora esta decisión. Pero respetando también el hecho, de que el camino lo han tenido que caminar ustedes. Como les digo al principio, creo que aunque los planes de Dios no coinciden muchas veces con los nuestros, Él sabe el por qué y el para qué de las cosas. Y estoy segura de que en su infinito amor para ustedes, Él les tiene preparado "the next step" en sus vidas. Un besote apachurradote a los dos! La mamina