Thursday, February 21, 2008

Noticias alentadoras

21 de febrero

El Dr. Laskin me había dejado un mensaje en la contestadora el sábado por la mañana con noticias inquietantes: mis plaquetas, aún con los esteroides, habían caído a 45 mil. No recibí el mensaje sino hasta más tarde ese día, cuando habíamos regresado de casa de Sheona y Jon, sintiéndonos decepcionados por la cancelación y ya empezando a sentir el efecto de la suspensión abrupta de las hormonas. Esta noticia me liquidó y caí en un estado de desesperación y ansiedad que sólo puedo comparar con lo que sentí luego de cada pérdida. La sensación alarmante de ser traicionada por mi propio cuerpo.

Era demasiado tarde cuando recibí la noticia para llamar al Dr. Laskin y preguntarle el millar de preguntas que habían empezado a formularse en mi pobre y cansado cerebro, así que lloré y sentí lástima por mí misma y Andrés y yo nos abrazamos y sacudimos nuestras cabezas y suspiramos el resto de la tarde. ¿¡Qué haríamos ahora!?

La razón por la que es tan mala esta noticia, es que si el conteo de plaquetas no alcanza los 100 mil, el riesgo de sangramiento con el procedimiento de recuperación ovular es demasiado alto para el Dr. Laskin. Si no tenemos la certeza de que los esteroides funcionarán el día de la recuperación, entonces no vale la pena tomarlos. Ya desarrollé resistencia contra la alternativa, Ig intravenosa, en mi último embarazo. Entonces, ¿cuáles eran mis opciones? Luego de calmarme un poco me senté a investigar en la Internet y encontré algunas alternativas. Drogas potentes. ¿Podía tomarlas si estaba tomando hormonas? Bueno, ya se imaginan el cuento. Yo tratando de responder mis propias preguntas médicas e imaginándome cada panorama. No es primera vez que lo hago.

Justo tocó que era fin de semana largo, ya que el lunes era el feriado nuevo de la provincia de Ontario: el Día de la Familia. En cierto sentido empeoró las cosas, pues tuve que esperar hasta el martes para hablar con el Dr. Laskin. Cuando finalmente me llamó, me tranquilizó. Sí estaba confundido con el resultado, pero me enumeró las opciones, muchas de las cuales ya me había enterado, y me dijo que no me alarmara. Luego ofreció la posibilidad de un error de laboratorio. Me habían tomado la muestra en el laboratorio de la clínica, un laboratorio en el que confío más que en el de mi barrio, pero siempre es posible cometer un error.

El laboratorio de mi barrio es uno de los laboratorios más deprimentes e ineficientes en el que he estado. La única razón por la que lo uso es que me queda cerca y lamentablemente tengo el placer de visitarlos con frecuencia – a veces cada semana. Cuando tengo que ir, hago lo posible por aplazarlo, evitarlo e inventarme excusas para no ir, pero la posibilidad de que corrigieran un error que tanto nos pesaba fue motivo suficiente para que saliera corriendo a sacarme sangre otra vez. Y bendito sea... ¡¡Mis plaquetas estaban en 120 mil!! Y eso que ya he empezado a reducir los esteroides para descontinuarlos hasta el próximo ciclo. Fue la mejor noticia que pude haber recibido. Ahora, podemos olvidarnos del asunto, Ya no tenemos que jugar con posibles panoramas y drogas. Tenemos que sólo esperar a que nos lleguen nuestras respectivas reglas y hasta considerar la posibilidad de usar la píldora anticonceptiva en el próximo ciclo. ¡¡Tenemos opciones!! ¡¡HURRA!!

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